La disertación de Kenji Fujimori de Fuerza Popular, junto con Bienvenido Ramírez, Lucio Ávila, entre otros congresistas, ha dejado al mayor partido de oposición del gobierno en una aparente crisis que parece fragmentar sus principios y generar rivalidades, producto de una traición como llegó a señalar su actual lideresa, Keiko Fujimori.  

Sin embargo, una nueva perspectiva de cómo entender este escenario partidario brindó la entrevistada. Según Arellano, la aparente rivalidad entre estas dos facciones fujimoristas pueden ser parte de un plan donde el mayor beneficiado sea el apellido Fujimori a nivel político.

Señaló que la separación de Kenji Fujimori tiene entre sus objetivos atraer a nuevos votantes como los millenians, público no tomado en cuenta por otros partidos, a través de las lúdicas publicaciones en sus redes sociales de los nombrados ‘Avengers’.

Kenji representaría en este contexto un nuevo fujimorismo despojado de todo lo malo que hay en el partido. De los malos asesores, del partido que no permite la gobernabilidad, el de la fuerte oposición. A futuro, sectores como los antifujimoristas, los votantes ‘antikeiko’ y quienes están decepcionados de los políticos habituales verían como una posible opción la candidatura de Kenji.

El resultado parcial de este proceso puede ser que para 2021 se presente una sola candidatura, la de Kenji, que encarna un nuevo fujimorismo con más posibilidades de ganar. Otro de los escenarios electorales es la presentación de las dos candidaturas, una de Kenji y otra de Keiko.

Un propicio resultado final sería una segunda vuelta disputados por los dos hermanos, cada una representando sus propias líneas políticas, donde cualquiera pueda perder, menos el apellido Fujimori. Siendo este el caso, añadió que Alberto Fujimori no mostraría apoyo directo a uno de sus hijos, sino todo se manejaría vía interna y solo se escucharían rumores.