Tengo entendido que has estudiado odontología, pero te dedicas a la escritura, cuéntanos un poco sobre eso.

Lo que pasa es que, cuando yo terminé el colegio, a mí me gustaban tanto ciencias como letras, entonces me pregunté ¿qué hago con mi vida? Es una decisión muy difícil, porque la estaba conversando con unos amigos que también tuvieron su proceso de decisión, uno es muy joven y va a tomar decisiones que le afectan para toda la vida. Entonces yo dije, puedo hacer primero literatura o comunicaciones y después puedo hacer salud, o primero puedo hacer salud y luego hago literatura, entonces dije ¿cuál de las dos funciona? Creo que primero hago salud y después literatura, porque no conozco ningún escritor literato que después sea médico u odontólogo; pero si conozco profesiones de salud que después se dedican a la literatura, de hecho yo tengo amigos que son médicos, que también escriben novelas y cuentos actuales.

¿Desde cuándo tú empiezas a escribir cuentos y tienes la idea de publicarlo o de estar un poco más en este campo?

Desde el colegio me gustaba escribir, yo tuve un profesor que me enseñó muy bien la literatura, me enseñó los clásicos griegos, entré con pie fuerte con las novelas clásicas, La Iliada, La Odisea, La Eneida, El Mio Cid; luego pasé a los clásicos ingleses, a los hispanoamericanos; entonces, siempre me atrajo la idea de cómo combinan las palabras, o sea cómo puede hacer una persona con las mismas palabras, producirte diferentes emociones o diferentes percepciones, eso era lo que me atraía, aparte de las ciencias de la salud, que me han gustado siempre; entonces, cómo se hacía eso y trataba de hacer mis primeros intentos chapuceros, que son impresentables de cuando estaba en el colegio, que los tengo ahí guardados. Una vez que ya terminé mi carrera de odontología, retome otra vez eso de una manera más seria, más profesional, comenzando a pensar y a publicar.

Nos puedes contar o contarle al público ¿cuál es la temática especifica que tú utilizas para tus obras?

A mí me gusta mucho la fantasía y de la fantasía los cuentos de hadas, de hecho me he leído y disfrutado muchos cuentos de hadas y, entonces quise crear mis propios “cuentitos de hadas”. Entonces toqué temas que no estaban considerados dentro de los cuentos de hadas, a mí me gustan mucho por ejemplo los dioses griegos que adoptan formas humanas, que se convertían en humanos -como nosotros- para poder infiltrarse y poder hacer de las suyas; entonces, ese concepto lo trasladé a mi primer libro que se llama Día y Noche, que son dos niñas que lucen como niñas, pero son diosas. Había el concepto de diosas que adoptaban forma humana en la mitología griega, en La Ilíada está, pero nunca de diosas como niñas, niñas reencarnadas o las niñas que son como diosas o las “chiquiviejas” que no se si han escuchado los oyentes, alguna niña que aconseja como si tuviese mayor experiencia, como “chiquivieja” que te dice: “Ah, no te preocupes, eso va a pasar” y tú te le quedas mirando. Entonces de allí partió la idea de Día y Noche, luego siguió El Hada Cristina, que es un conjunto de relatos sobre un hada que concede deseos y que le trae algo a cambio, como La pata de Mono de Jacobs, que es un cuento clásico de terror que a mi encanta que quise extenderlo bajo la forma de un hada; en lugar de la pata de mono es al hada a quien le piden deseos.

Entonces, ¿tú te inclinas a un público infantil por lo que nos estás comentando?

Claro, lo que pasa es que uno escribe, después la crítica ya te coloca, te encajona, te encasilla. Es para niños, pero lo pueden leer los adultos también, de hecho los padres de familia compran los libros para sus hijos, los niños, pero también para leerlos ellos, entonces considero que el libro es de 9 años en adelante, yo escribo como para 9 años en adelante. Tienen una fantasía estructurada, no es tan loca, no es tan surrealista como un sueño, tiene un poco más de arreglos.

¿Sabes cuál es la percepción que ha tenido este público que ha leído tus obras?

¡Ah! Les ha gustado, porque en primer lugar es peruano, o sea la literatura que yo hago es peruana, tiene ciertos giros, frases de los diálogos y las descripciones que son peruanas; la otra es que no encuentran nada como lo que yo escribo.

O sea ¿estás diciendo que estás innovando?

Claro, estoy añadiendo valor, porque lo que si conversamos también con mis amigos que escriben es como hacer algo nuevo, algo que no se haya visto, porque si escribes sobre fantasía, hay muchas historias de fantasía, muchas novelas de fantasía, ¿qué cosa tú vas a aportar a la literatura?, ¿qué de novedoso vas a dar?, eso es lo más importante y luego está el oficio, el trabajo, cómo se escribe.

Viendo tus obras, me doy cuenta que utilizas mucho los dibujos animados y los animes, ¿tienes mucha afición sobre ellos?

A mí me gusta el manga y el anime, de hecho mis 3 cuentos en sus portadas tienen dibujos manga, Día y Noche, el primero, lo ha hecho Sergei -que es un dibujante muy bueno-, ahora está haciendo otro tipo de labores, pero es un gran dibujante, al cual yo le tengo mucha consideración, quizá para un segunda parte de Día y Noche lo llame para también ilustrar el libro, y los otros dos El Hada Cristina y Cosmocuentos, están ilustrados por mi hermano Carlos, que es un dibujante también de manga, autodidacta como la mayoría de los dibujantes acá en nuestro medio, su nivel es exquisito, su trazo es pulcro y le da un realce a los cuentos, realmente llama la atención la portada.

Sabemos que escribir no es fácil, ¿cómo es que usted llega a esa inspiración?

Primero tienes que leer mucho, o sea en realidad un escritor no piensa en ser un escritor, primero se maravilla con lo que hay en la literatura universal, primero te maravillas, ¡qué genial son esas historias!, luego dices ¿podría hacer algo parecido? De ahí comienzas a escribir, pero la inspiración llega de cuando en cuando, de vez en vez, como una tormenta, como una lluvia, entonces en el momento en el que llega la lluvia, escribes, por ejemplo, acá en la cabina tengo un cuaderno, un cuaderno pequeño, escolar, ese es mi cuaderno donde yo anoto mis ideas.

Lluvia de ideas hace en su cuaderno y después, ¿va sacando más ideas para sus próximas publicaciones?

Claro, entonces las ideas vienen y van y a veces si no las anotas se te olvidan, entonces yo tengo este cuadernito, lo anoto y luego voy a mi casa, lo reviso y veo esta idea que me parece genial de repente en el inicio, llego a mi casa y no, no pasa nada, desechada, esta sí puede ser, esta no y así vas cogiendo el asunto, la trama principal y luego vas trabajando cada uno de los libros que están ahí. Tienen un trabajo de 3 años, y ahí también hay un comentario interesante para los oyentes, el ritmo de producción no se compara al ritmo de consumo, eso también lo conversamos mucho en las tertulias literarias, qué bárbaro te cuesta hacer tanto un cuento y la persona se lo va a leer en 10 minutos, a ti te toma 3 años hacer un libro y estoy seguro que cualquiera de los que está aquí en las redes lo puede leer en 2 horas, es increíble, encima piden continuación. Hacer algo bueno cuesta, cuesta tiempo, cuesta esfuerzo, pero al final y al cabo no es una queja, sino es una observación, es un comentario, es un tiro al aire este domingo, acerca de lo que es producir, o sea todo lo que vale en esta vida, cuesta, algo bien echo se nota.

Y, ¿cuál es tu objetivo al escribir?

Mi objetivo es que los niños puedan ver fantasía de una manera estética, literaria, no solamente que te cuenten la historia, sino que también tengan unos giros literarios, alguna metáfora, sin que los niños sepan que es metáfora, como las armas de la razón por ejemplo, transcribir un sentido y colocarla en otro contexto, o una hipérbole. El niño no tiene por qué saberlas, pero tú les puedes colocar de tiempo en tiempo en el cuento alguna metáfora, alguna hipérbole, alguna figura literaria, enseñarle lo que es narrador en 3ra persona, en 2da persona, 1ra persona, 3ra persona omnisciente, que conoce hasta tus pensamientos, 3ra persona testigo, enseñarle un poquito de literatura al niño.

¿Ese es tu objetivo?

Sí, ese es mi objetivo en general y darle de una manera que sea entretenida.

Es una estigmatización muy fuerte y negativa realmente aquí en nuestra sociedad, el hecho de que uno se dedique a las letras. Pero, realmente creo que es muy productivo en el ámbito del conocimiento, poder conocer mucho más, de poder sobre todo leer y entrar en un mundo diferente, de ser parte de ello.

Claro, porque la persona ve cultura y se nutre de cultura; uno no puede ser engañado, al ser humano tienes que darle lo mejor de la producción de la humanidad en artes, en letras, siempre tiene que estar nutrido, de manera cultural, literaria o lo que sea; entonces, podemos estar involucionando en lugar de evolucionar, por ejemplo: hay gente que dice yo soy de los 80’s, la música de los 80’s es muy buena y nosotros cuando estábamos saliendo del colegio y veíamos la “Más Más” en Radio Panamericana decíamos qué cosa vendrá en el futuro, nosotros pensábamos que la cultura iba a ir disparada hacia arriba, no, mentira, las culturas puede mediocrizarse y pueden destruirse. O sea pueden haber momentos grandiosos como Grecia y Roma, que duraron 1000 años, el Imperio Romano duro mil años, no sé cómo hizo, pero después cayó en una barbarie, así de simple, tú crees que la historia va a ser siempre hacia arriba, no, mentira, puedes involucionar también, la labor de las personas que están en la parte de arte y de literatura, es evitar que el pueblo involucione, eso es lo más importante.

Es una idea realmente rescatadora y muy importante, y para ir finalizando, ¿dónde podemos encontrar estos cuentos y cuánto están para que las personas puedan adquirirlos?

El precio es de 20 soles por ejemplar, me pueden contactar como César Anglas Rabines en Facebook para poder conversar y hablar sobre literatura, yo estaría encantando de conversar con ustedes de lo que es arte y literatura más allá de esta cabina, gracias.

Nicole Torres.